Entre los problemas y consecuencias de la obesidad, debemos destacar las secuelas dermatológicas (de la piel), ya que además de implicar problemas serios en la salud de la piel, frecuentemente derivan en problemas psicológicos como complejos, fobias, marginación, depresión, etc.
Las secuelas dermatológicas más frecuentes en personas con diferentes tipos de obesidad son estrías, pigmentación de la piel, sudoración profusa, hirsutismo, furuncolosis e infección por hongos.
La excesiva acumulación de tejido adiposo en los casos de obesidad provocan alteraciones subcutáneas. En el momento que la elasticidad de la piel se encuentra en su máxima, cabe el riesgo de que se distense y se rompa, provocando estrías. Según las características genéticas y de la propia piel, estas estrías tendrán diferente intensidad, distribución y tratamiento.
En estas lesiones dermatológicas se suele dar una pigmentación de la piel, debido a la melanina que interviene en la reparación de tejidos.
Es frecuente, sobre todo en ciertos tipos de obesidad, que existan trastornos hormonales – endocinos, y suelen derivar en un incremento del crecimiento del vello (Hirsutismo), en un aumento de la sudoración, en la aparición de forúnculos y lesiones en las zonas con más roce y fricción; y hongos en las zonas que tengan pliegues.
Existen diferentes tratamientos para estrías, hirsutismo, pigmentaciones de la piel, sistema endocrino, hongos y forúnculos; por lo que lo más adecuado es visitar a un especialista dermatólogo, tanto en hospitales como en clínicas y centros estéticos profesionales; para que determine que solución es la más conveniente en cada caso, y así conseguir eliminar estas secuelas de la obesidad tan incómodas y antiestéticas.
esta muy bien explicado lo de las enferdades que acarrean los kilotes de mas , felicidades