Muchas veces le imponemos a nuestro organismo hábitos y costumbres no muy saludables como ser las dietas sin supervisión de ningún profesional que pueden traer consecuencias desagradables o simplemente al terminar con ellas volver a recuperar el peso perdido e inclusive ganar más que el que teníamos cuando comenzamos el régimen. Esta ganancia de peso se denomina efecto rebote y es sumamente perjudicial tanto para la salud física como para la psicológica.
Cómo evitar el efecto rebote
Se sabe que es necesario complementar el tipo de comidas consumidas respetando ciertos porcentuales en relación a los minerales, vitaminas e hidratos de carbono ya que al comer alimentos de pocas calorías y de escasos nutrientes el organismo consume todo lo que tiene en reservas por lo que, al volver a consumir los alimentos que se comían antes de comenzar a bajar de peso, el cuerpo trata de asimilar nuevamente todos los nutrientes transformando los excesos nuevamente en grasa con la consiguiente ganancia de peso.
Es recomendable que realice una dieta equilibrada con no menos de 1200 calorías diarias además de incorporar ejercicios aeróbicos o caminatas y así lograr un descenso de peso a largo plazo. Además deberá agregar a su dieta todo tipo de alimentos como ser verduras, frutas y en segundo lugar las legumbres, los cereales y los lácteos además de carnes rojas y blancas en menor medida.
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